La Beca Erasmus y su realidad

Todos hemos oído hablar de la beca Erasmus, aunque sea de oídas; pero muchos no saben lo que es hasta que conocen a alguien que ha disfrutado de esta experiencia o, simplemente, la viven ellos mismos. Este popular programa de movilidad lleva más de dos décadas haciendo posible que miles de jóvenes europeos puedan elegir cualquier país de la Unión Europea para estudiar allí y completar su formación universitaria.

La beca Erasmus es un perfecto ejemplo de coordinación educativa, ya que ha abierto un mundo de posibilidades tanto a estudiantes como profesores promoviendo proyectos trasnacionales de cooperación entre universidades europeas.

Más del 80% de los becarios Erasmus son los primeros de su familia en tener la oportunidad de ir a estudiar fuera de casa. Pero no sólo los estudiantes han mostrado su interés por la movilidad, sino que los profesores universitarios también han querido ser partícipes de la misma, alcanzando un porcentaje del 1,9%.

Pero tras su objetivo de «mejorar la calidad y fortalecer la dimensión europea de la enseñanza superior fomentando la cooperación transnacional entre universidades, estimulando la movilidad en Europa y mejorando la transparencia y el pleno reconocimiento académico de los estudios y cualificaciones en toda la Unión», obtener una beca Erasmus no es cuestión de "coser y cantar". A parte de estar cursando una carrera universitaria de grado medio o superior y haber completado el primer año de formación, los estudiantes deben de pasar un examen de idioma para saber si su nivel es adecuado para el destino seleccionado. El pasar ese examen tampoco asegura que te vayan a otorgar el destino europeo solicitado, pues eso se hace en función de la nota media de tu expediente y la demanda del destino. Es decir, puedes solicitar Londres como destino y Niza como última opción, y que te concedan la última. Es un proceso lento y cansado, porque se solicita con un año de antelación y hay que hacer un montón de papeleo, incluso durante la estancia.

No obstante, la experiencia Erasmus es de lo más recalcado entre los jóvenes que la viven. Y no sólo por el hecho de conocer otra cultura, costumbres o estudiar en un idioma extranjero, sino también por el enriquecimiento personal a la hora de hacer amistades con gente de todo el globo terráqueo o vivir independientemente.